jueves, 19 de agosto de 2010

NO al maltrato de Vegetales y Hortalizas!!!

El otro día que fui a comer a La Factoría del Enano, estuve conversando amenamente con Serenella Rosas sobre lo mal que tratamos a veces a algunos vegetales y hortalizas. El tema vino a colación por una deliciosa torta de Remolacha que me comí ese día. Cuando muy amablemente me ofrecieron ese postre dije que no, ya que nunca me he considerado amante de la remolacha, a lo que ella me dijo: “anda, pruébala y confía en mí”, y debo reconocer que la recomendación fue maravillosa y la torta resultó ser un bocado para los ángeles. Luego de comerla reflexionamos como a veces la gente maltrata algunos vegetales en la cocina diaria y por ello muchos niños crecen odiándolos (como es mi caso con la remolacha).

Recordando esa conversación vino a mi mente otro vegetal que odiaba de niño: la Berenjena, la cual aprendí a comer de adulto y en principio cocinada por mí solamente y es que cuando estudiaba en la universidad y comenzaba a experimentar en la cocina de una forma un poco más seria, me propuse preparar Berenjenas y que me gustaran.

Este interesante vegetal es originario de la India donde se cultiva desde hace más de 4.000 años. Llegó a España durante la Edad Media, gracias a los musulmanes. Y fueron los españoles los que la introdujeron al resto de Europa, donde se extendió rápidamente, sobre todo a Francia e Italia. Pertenece a la familia de las Solanáceas, a la especie silvestre Solanum melongena, variedad esculentum.

Es una planta de climas cálidos o templados, es muy sensible al frío y necesita un periodo de crecimiento caliente, para poder disfrutar de una buena cosecha y de su óptimo sabor.

El fruto, comestible, es una baya de 5 hasta 30 cm de longitud de forma esférica, oblonga o alargada en la mayoría de los casos, con una piel lisa, brillante y de colores diversos según la variedad, la más común es la de color morado al madurar, pero existen blanca, púrpura, negra, amarilla y roja o de colores mezclados, sobre todo blanco, morado y verde. La pulpa es consistente, de textura esponjosa, de color blanco, tiene cierto sabor amargo, presenta pequeñas semillas de color amarillo.

Su valor energético y nutritivo es pequeño comparado con otras frutas, verduras y hortalizas. Contiene escasas vitaminas, hidratos de carbono, proteínas y minerales , siendo el componente mayoritario en su peso el agua, en un 92% de su composición. El mineral más abundante es el potasio y en pequeñas cantidades fósforo, calcio, magnesio y hierro. Tiene vitaminas A, B1, B2, B3, C y folatos. Posee solo 20 calorías por cada 100 gramos de producto por lo que es un alimento ideal para las dietas.

En concordancia con este artículo me gustaría compartir con Ustedes una receta clásica vegetariana, muy famosa por una película de Disney y tal vez el mejor representante de la cocina francesa provenzal: La Ratatouille.

Ingredientes:
  • 2 berenjenas cortadas en finas rebanadas (previamente frotadas con abundante sal, dejándolas escurrir ½ hora y lavándolas para sacar el exceso de sal.)
  • 2 calabacines en finas láminas
  • 4 tomates rojos maduros cortados en rebanadas
  • 1 cebolla cortada finamente (brunoise)
  • 1 pimiento rojo cortado en juliana
  • Hierbas provenzales (tomillo, orégano, mejorana, albahaca…)
  • Aceite de oliva, sal y pimienta negra recién molida.

Preparación:

  • Cortar los vegetales y hortalizas según se explicó en los ingredientes.
  • A continuación, vamos sofriendo en una sartén con aceite y sal las diferentes verduras por separado, para que se hagan cada una a su tiempo apropiado. Para que se vayan haciendo uniformemente, tendremos que ir removiendo con cuidado las verduras.
  • Una vez sofritas las verduras y al dente las distribuimos en una fuente alternativamente y formando capas. Le espolvoreamos las hierbas y les damos un golpe de horno fuerte (450°F) para que obtengan un ligero punto de asado.
  • A la hora de servir me gusta tomar los jugos de la fuente y pasarlos por la licuadora con aproximadamente ¼ de taza de vino blanco y un tomate bien maduro, calentar esta pequeña salsa y bañar cada plato de ratatouille con ella. Agregar pimienta negra recién molida al gusto.
  • La ratatouille es ideal como acompañamiento o como primer plato. Es un plato en el que nos podemos permitir el jugar con los ingredientes a conveniencia, según nuestros gustos añadiendo o quitando algún ingrediente.

Buen Provecho!

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